Don LUCIO ORESTES ZELA GUERRERO
Otro de los personajes de
Vito a quien profeso respeto y admiración es a don Orestes Zela Guerrero y deseo
escribir algunas palabras en su homenaje.
Recuerdo -entonces yo tenía
14 años de edad- que don Orestes vivía en Surquillo, en la Calle San Diego,
cuadra 5. Don Orestes, a pesar de tener una casa pequeña, solía atender con
esmero a los paisanos que ahí se reunían por algún motivo (asambleas,
cumpleaños, ensayos, ceremonias, etc.). Es que don Orestes era –como lo sigue
siendo hoy- un entusiasta institucionalista, amante de su pueblo, de su música,
de sus costumbres ancestrales; y, ante todo, un buen amigo. Fue también un
destacado deportista (fútbol). Por su perfil de ser una buena persona se ha
ganado el aprecio de familiares y de muchos amigos suyos.
Don Orestes es uno de los
mejores amigos de los Espinoza. Gran amigo fue de mi hermano Lucho. Es un gran amigo de
mis hermanos Domingo, Juan y del mío
propio. Le tenemos una estima especial.
Recuerdo también, y con
mucha gratitud, que don Orestes participó con sincero entusiasmo y voluntad cuando
presenté un Libro sobre Apurímac. Por tal motivo y en más de una ocasión, don
Orestes nos sirvió un buen brindis y bocaditos. Gracias don Orestes.
Tras un buen hombre, hay una
buena mujer; y me refiero a su digna esposa, la señora Rosario Félix a quien
también rindo homenaje.
Como todo buen viteño, don
Orestes fue y es un hombre trabajador. Trabajó y trabaja aún sin descanso y,
además, tiene una virtud: tiene vocación para los negocios. Creó una Bodega y
una Zapatería. Gestionó con gran responsabilidad el Mercado de San Juan de
Miraflores. Así, don Orestes creó obras.
SALUD CON UNA COPA EN
ALTO EN HOMENAJE A DON ORESTES ZELA